Mujer y Enfermedad Cardiovascular

La primera causa de mortalidad en la mujer no es el cáncer de mama. La mayoría de las mujeres mueren de enfermedad cardiovascular, más que de todos los cánceres combinados. Así, en Europa el 43% de todas las muertes son por enfermedad CV, mientras que las atribuidas al cáncer representan un 5%.

Mujer CardíoLa mayoría de la población, todavía piensa que la enfermedad CV es un problema de los hombres. La realidad es que la enfermedad CV nunca ha discriminado entre sexos. En realidad por una variedad de causas complejas, la enfermedad suele ser más grave en las mujeres. Y es más probable que las mujeres que presentan una enfermedad CV queden más discapacitadas por un ictus (infarto cerebral) o por una insuficiencia cardiaca congestiva. Habitualmente, en las mujeres los síntomas de enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica (CI) aparecen unos diez años después que en los varones.

 

Hay pequeñas pero importantes diferencias en como el sistema cardiovascular de las mujeres responde al estrés, a las hormonas, al exceso de grasas saturadas y a determinadas toxinas como el tabaco. También hay algunas diferencias en como los médicos tratan a las mujeres con problemas cardiacos, incluso en la propia sala de urgencias. Por otra parte, las campañas de publicidad que han centrado la atención en el cáncer de mama pueden también ser una parte del problema.

No se conoce bien como las hormonas femeninas protegen a la mujer de la enfermedad coronaria antes de la menopausia. Parece que las hormonas aumentan el colesterol-HDL (conocido como colesterol bueno) en la sangre, y también podrían disminuir la viscosidad de la sangre reduciendo el riesgo de trombosis. Pero todos estos beneficios desaparecen con la menopausia y las mujeres acaban presentando el mismo riesgo de cardiopatia isquémica que los hombres. Además, las mujeres que fuman y tienen una menopausia prematura aumentan entre dos y tres veces el riesgo de presentar una enfermedad cardiovascular.

Las hormonas y el estrés

Las hormonas parecen tener un papel protector antes de la menopausia. Sin embargo, la creencia común de que las mujeres premenopaúsicas son inmunes a los problemas cardiacos es sencillamente un error. La idea de reducir el riesgo de enfermedad CV con el tratamiento hormonal sustitutivo ha desviado la atención de realizar un control sobre los más importantes factores de riesgo cardiovascular. Para prevenir la enfermedad CV en la mujer se debe hacer ejercicio físico, una dieta adecuada y abandonar el tabaco. El tabaco, el aumento de colesterol, la diabetes, la hipertensión arterial, el exceso de peso y la inactividad física, son los factores de riesgo más peligrosos para el desarrollo de la enfermedad cardiovascular en la mujer. Particularmente el tabaco, es especialmente peligroso, y el riesgo de morir por un ataque cardiaco o un ictus, es diez veces mayor cuando la mujer comienza a fumar en la adolescencia.

También el estrés puede aumentar el riesgo cardiovascular en la mujer. Recientemente, un estudio llevado a cabo en Suecia ha demostrado que mientras los niveles de hormonas relacionadas con el estrés disminuyen cuando el hombre llega a casa después de su jornada laboral, en la mujer ocurre lo contrario. Esto se debe a que habitualmente la mujer se tiene que enfrentar con la cocina, las tareas de la casa y con el cuidado de los niños y en algunos casos el de los mayores. Esto significa un aumento de estrés y falta de tiempo para realizar ejercicio físico, que les hace más susceptibles a desarrollar sobrepeso.

Generalmente las placas de aterosclerosis que presentan las arterias de las mujeres tienen menos signos de obstrucción que las de los hombres. Posiblemente, las mujeres tienen una disminución del flujo sanguíneo en los pequeños vasos coronarios. Es decir, son más propensos a presentar un espasmo. Esta puede ser una de las causas por la que las mujeres tienen una mayor frecuencia de manifestaciones atípicas de la enfermedad cardiovascular. Por otra parte, las mujeres y en ocasiones los médicos no son conscientes del riesgo de un ataque cardiaco y al no interpretar correctamente los síntomas de aviso se puede retrasar el diagnóstico.

Mujer : Retraso en el diagnóstico

Otras características diferenciales de la enfermedad coronaria en la mujer respecto al varón son: la existencia de un retraso en el diagnóstico del episodio agudo, junto con una menor utilización de los recursos diagnósticos y terapéuticos. Esto conlleva un peor pronóstico de la enfermedad cardiovascular en la mujer.

Los numerosos datos recientemente publicados en mujeres que han seguido un tratamiento combinado con estrógenos y progestágenos han demostrado un aumento en el riesgo de cáncer de mama, pero más sorprendentemente el grupo de mujeres con enfermedad cardiovascular que siguieron tratamiento hormonal presentaron un mayor riesgo de infarto de miocardio. El mensaje más claro de estos estudios es que tenemos mucho que aprender sobre la salud de las mujeres y el tratamiento hormonal. Por lo tanto, después de la actual evidencia, la terapia hormonal no debería iniciarse o continuarse con el objetivo de prevenir la enfermedad cardiovascular. La mayoría de los investigadores no creen que el uso a largo plazo (cinco o más años) de una combinación de hormonas deba recomendarse en las mujeres menopaúsicas para la prevención de la enfermedad cardiovascular.

Afortunadamente la comunidad médica está comenzando a adaptarse a esta nueva realidad de la mujer y la enfermedad cardiovascular. Para reducir el riesgo cardiovascular se deben valorar cuidadosamente los factores de riesgo coronario, incluyendo la evaluación del perfil lipídico que puede empeorar después de la menopausia. Y se debe estimular a la mujer a realizar una dieta saludable, ejercicio físico y abandonar el tabaco. En mujeres con hipercolesterolemia se deben utilizar fármacos reductores del colesterol como las estatinas. Igualmente, se debe controlar la hipertensión arterial. La combinación de estas aproximaciones ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular y es mejor que la terapia hormonal sustitutiva para conseguir una mejor salud y longevidad en la mujer postmenopaúsica.

Tratamiento hormonal en la menopausia y enfermedad cardiovascular

Hace un año se suspendió el mayor estudio clínico para valorar la eficacia de la terapia hormonal (combinación de estrógenos más progestágenos) que se estaba realizando en más de 16.000 mujeres menopaúsicas. Los resultados del estudio U.S. Women´s Health Initiative (Iniciativa para la salud de las mujeres) revelan que el tratamiento hormonal causaba un ligero pero significativo aumento del cáncer de mama y además, se asociaba a un aumento en el riesgo de infarto de miocardio e ictus (infarto cerebral). Lo que parecía ser fuente de eterna juventud femenina, capaz no sólo de aliviar los sofocos, los sudores nocturnos y la sequedad vaginal, sino también de reducir el riesgo cardiovascular y alargar la vida de las mujeres tratadas, ha resultado una decepción.

El análisis posterior de algunos de los datos de este y otros estudios también han mostrado que la terapia hormonal en mujeres mayores de 65 años, lejos de mejorar la capacidad mental, aumenta el riesgo de padecer demencia. Otro estudio más reciente en mujeres postmenopaúsicas con enfermedad coronaria ha demostrado que la administración de estrógenos naturales (estradiol) sólos o en combinación con progesterona, no reduce la progresión de la lesión coronaria establecida. Estos resultados han asombrado tanto a los médicos como a los pacientes, y han planteado numerosos interrogantes sobre su utilización. Por lo tanto, la aproximación prudente es evitar la terapia hormonal con el propósito de prevenir la enfermedad cardiovascular, ya que los riesgos sobre la salud superan claramente a los potenciales beneficios. Tampoco debe utilizarse el tratamiento hormonal para la prevención o el tratamiento de la osteoporosis, puesto que existen otros tratamientos alternativos.

A la vista de estos resultados, ¿qué deberían hacer las mujeres que están siguiendo estos tratamientos?. Con los datos disponibles, se debe recomendar la suspensión del tratamiento, aunque esta suspensión puede hacerse de forma gradual. Esto no significa que el tratamiento hormonal nunca deba utilizarse. Los síntomas postmenopaúsicos, tales como los sofocos, sudores nocturnos etc., son una indicación válida del tratamiento en ausencia de contraindicaciones como una historia de trombosis venosa o enfermedad coronaria. Puesto que los sofocos son generalmente transitorios, se podría realizar un tratamiento temporal durante no más de 2-3 años, ya que en periodos de tiempo cortos los riesgos son escasos.

En resumen:

  • La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en las mujeres. A pesar de esto sólo una de cada cuatro mujeres reconoce que es una amenaza mayor que el cáncer.

  • Una mujer tiene un 50% de probabilidad de morir de su primer ataque cardíaco comparado con el 30% de los hombres.

  • De las personas que sobreviven a su primer ataque cardíaco, el 38% de las mujeres morirán en el primer año en comparación con el 25% de los hombres.

  • El 46% de las mujeres quedan incapacitadas por una insuficiencia cardíaca después de un infarto comparado con el 22% de los hombres.

Fuente: Fundación Hipercolesterolemia Familiar

 

 

Recomendamos

CardioSmile

CardioSmile

 

Estudio de Salud Cardiovascular

Diseñado por Sombrero negro sombrero negro