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El 10% de las mujeres son diabéticas, a diferencia del 8% de los hombres.
 La diabetes, en las mujeres que tienen un infarto, aumenta aún más el riesgo de morir en comparación al de un hombre diabético con infarto, debido a que la diabetes en la mujer elimina el efecto protector que tienen los estrógenos en el sistema cardiovascular durante la pre-menopausia.
Las mujeres presentan una mayor proporción de obesidad que los hombres: el 34% de las chilenas presenta obesidad u obesidad mórbida, a diferencia del 20% de los hombres.
- La prevalencia de tabaquismo en la mujer chilena es la más alta de toda Latinoamérica, con 37%.
- El 26% de las mujeres tuvo síntomas depresivos durante el último año, a diferencia del 9% de los hombres.
- El 7% de las mujeres presenta hostilidad, versus el 4% de los hombres. Al respecto, se observa que “las mujeres menores de 65 años sienten que no les importan a nadie y que es mejor no confiar en otras personas, en una proporción cercana a 2:1 con respecto a los hombres de la misma edad. En los menores de 25 años la prevalencia de hostilidad en las mujeres es 11:1 respecto a los hombres”.
- Las mujeres participan menos que los hombres en organizaciones sociales (por ejemplo: juntas de vecinos, club deportivos, etc.), 29% versus 39%.
- Las mujeres de todas las edades presentan mayor percepción de estrés “permanente en el último año” que los hombres: 12% versus 5% Además, de acuerdo a datos aportados por la última Encuesta de Calidad de Vida y Salud, Chile 2006.
- El 32% de las mujeres, a diferencia del 23% de los hombres, refirió sentirse siempre o casi siempre nerviosa, ansiosa o estre-sada en su vida en general.
- El 27% de las mujeres chilenas, a diferencia del 17% de los hombres refirió tener siempre o casi siempre dificultades para quedarse dormida, o despertar y no poder volver a dormirse.
En resumen, las mujeres presentan mayor prevalencia en varios factores de riesgo cardiovascular, y estos factores promueven el desarrollo de enfermedad cardio y cerebrovascular, por lo que la prevención y el cambio de mentalidad se hacen indispensables.
Fuente: Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 y Encuesta Nacional de Salud |
