Cardiopatía Reumática

 

 

Cardiopatía Reumática

Es una de las consecuencias de la Fiebre reumática, afecta principalmente a menores  entre 4 y 15 años, y son vulnerables aquellos con antecedentes familiares o que viven en lugares desfavorecidos, entre otros factores. Y lo más importante: sólo deja secuelas cuando afecta al corazón.

 

En nuestro país se estima que 1 cada 100 mil niños podrían presentar síntomas de esta enfermedad. Pero para entender qué es la cardiopatía reumática, presente habitualmente en países en vía de desarrollo, hay que comenzar por explicar la enfermedad que la produce: la Fiebre Reumática.

 

La Fiebre Reumática es un cuadro inflamatorio sistémico o generalizado. Se presenta como una complicación tardía de una infección faríngea, producida por una bacteria llamada estreptococo B hemolítico grupo A. Compromete especialmente el corazón, las articulaciones, el sistema nerviosos central, la piel y el tejido subcutáneo, sin embargo, el compromiso cardíaco es el más importante, ya que es el único que puede dejar secuelas valvulares, provocando así la cardiopatía reumática.

Según la doctora María Elisa Castillo, Jefa Cardiología Infantil del Hospital Dr. Sótero del Río, “la incidencia de la Fiebre Reumática ha disminuido en el mundo desarrollado en forma sostenida desde los años cincuenta, pero continúa siendo endémica en los países en vías de desarrollo, constituyendo un problema significativo de salud, por su morbimortalidad.

La implementación de programas de prevención primaria y secundaria ha logrado los avances en la erradicación de la  enfermedad. Es por esto que se debe hacer énfasis en la prevención haciendo un tratamiento agresivo y eficiente de la infección faríngea por estreptococo”, indica.

Lo más afectados

Esta enfermedad se presenta principalmente en la población  infantil entre 4 y 15 años, siendo muy poco frecuente en menores de 3 años. La frecuencia declina después de la pubertad y es rara en la edad adulta. Respecto de los sexos, ambos son igualmente afectados, existiendo un predominio del sexo femenino en la presentación del corea (inflamación del tejido nervioso central) y de estenosis mitral como secuela de la carditis.

Otros grupos de atención, como lo señala la especialista, son “niños y jóvenes con antecedente familiares de cardiopatía reumática; niños y jóvenes que viven regiones donde la Fiebre Reumática es endémica; en ambientes socio-económicos desfavorecidos; en parientes que trabajan en forma permanente con niños y jóvenes, como los internados, escuelas, entre otros”.

Tratamiento intensivo

No existe tratamiento específico para la Fiebre Reumática, sólo tratamiento sintomático y durante el episodio agudo. La hospitalización en la fase activa de la enfermedad es necesaria para manejar el dolor en poliartritis y evaluar la aparición de carditis.

Se debe realizar la eliminación estreptocócica con penicilina por 10 días, aunque no exista evidencia del estreptococo B hemolítico tipo A. Se realiza también la terapia antiinflamatoria, que como indica la doctora, “no es específica, pero reduce los síntomas, controla las manifestaciones tóxicas y mejora la función cardiaca. Se inicia tratamiento con ácido acetil salicílico (AAS), y en pacientes con carditis significativa, moderada o severa, se utiliza corticoides”, señaló.

El curso de la Fiebre Reumática es variable, pero tiende a regresar en forma espontánea entre las 6-16 semanas. Sólo los pacientes que presentan carditis pueden quedar con secuelas, que son de tipo valvular: insuficiencia (reflujo) y /o estenosis.

“Alrededor del 30% de los pacientes con carditis evolucionan sin secuelas; éstas aumentan con las recurrencias de nuevos episodios de Fiebre Reumática, las cuales se presentan en los meses siguientes hasta 5 años más tarde; es por esto la necesidad de control de estos pacientes en forma estricta. Existe una forma de Fiebre Reumática crónica o persistentemente activa que aparece en el segundo o tercer brote, en el cual la carditis es progresiva llevando al paciente a insuficiencia cardiaca intratable”, comenta la especialista. Y finaliza: “La carditis reumática es evolutiva y el grado de progresión es variable de paciente a paciente. Lo que sí está demostrado es que todo nuevo episodio de Fiebre Reumática agrava la carditis, de allí lo fundamental de la prevención secundaria”.

¿Cuáles son los síntomas?

 

Tres o cuatro semanas después de presentar una faringitis aguda (dolor de garganta, con enrojecimiento, fiebre) por estreptococo B hemolítico, pueden aparecer los siguientes síntomas;

 

• Articulaciones: Aumento de volumen, enrojecimiento, dolor, calor, impotencia y dolor de las grandes articulaciones. La artritis es la presentación más frecuente (70%) de la Fiebre Reumática.

• Corazón: puede ser imperceptible para los pacientes o su familia, si el daño es menor. De ser severo, se presentan síntomas de insuficiencia cardíaca: fatiga desproporcionada al esfuerzo, taquicardia desproporcionada a la fiebre, palpitaciones.

• Piel: Erupción cutánea, de color rosada, con el centro blanquecino. Se localiza preferentemente en tronco y parte superior de extremidades.

• Sistema Nervioso Central: se caracteriza por movimientos involuntarios, bruscos, sin finalidad, especialmente facial y de extremidades. Generalmente se presenta tardíamente, meses después de la infección faríngea.

• Tejido subcutáneo: Son nódulos firmes, indoloros del tamaño de una arveja pequeña (0.5-2mm); se ubican en el plano de extensión de las articulaciones (especialmente codos, muñecas, rodillas).Se presenta cuando existe carditis severa.

 

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